Vamos reconstruyendo la historia de cómo se fue configurando Iniciativa Feminista de Suecia (FI en inglés.- F!) preguntando a unas y a otras. Lo primero que hay que aclarar es que en F! no hay nadie – absolutamente nadie- que cobre dinero por su actividad. Pero ¿quienes son entonces estas personas que se han lanzado en plancha a este proyecto sin conexión con su vida profesional y a veces arriesgándola? Lo primero que nos sorprende es encontramos con un montón de mujeres que son nuevas en la política. Como Eva María, una comadrona de 50 años que ejerce de profesora de la universidad de Gotemburgo. Nos cuenta entusiasmada cómo se apresuró a contactar con F! en cuanto se enteró de que existía. Ha estado casada, tiene hijos, su marido murió hace unos cuatro años después de doce de enfermedad. Ella es consciente de que no tiene experiencia política y tiene mucho que aprender, por eso no ha entrado en la lista al parlamento esta vez, pero es una militante entregada y se siente feliz con su nueva vida. ¡Está trabajando por un proyecto que vale la pena!
Sara, Kristin y Anna son tres jóvenes estudiantes de la Universidad de Gotemburgo que rebosan frescura. A mí me toca alojarme en casa de Sara. Cuando llego tiene su pequeño apartamento tan patas arriba como yo la tenía a su edad, pero lo recompone en un minuto (ejem, uf, qué va a pensar esta señora mayor!), luego se relaja y vuelve a su estado cool. Sara fue la que contactó con F! desde el principio y metió allí a todas sus amigas e incluso a su hermano pequeño. Sus padres son predicadores de una iglesia sueca, aunque por lo que me cuenta son unos predicadores muy especiales. Cuando ella nació, su padre decidió compartir el permiso parental al 50% con su madre y eso le valió ser represaliado por la jerarquía eclesiástica. Ella, a los veinte años que debe de tener, ya ha pasado por asociaciones religiosas y anarquistas (dice que tenía problemas para compaginar). Ahora es la número 7 de la lista de F! al ayuntamiento de Gotemburgo.
Otro capítulo son las viejas feministas, sin las que F! tampoco podría existir. Ellas aportan experiencia y reflexión. También aportaron al principio una mezcla explosiva de personalidades y visiones fuertes difíciles de compaginar en un programa político. Parte de los problemas que tuvo F! fueron debidos a esta mezcla explosiva. Algunas de ellas salieron pronto del proyecto, incluso en un desgraciado caso (mujer intelectual casada con intelectual famoso) dándole carnaza a la prensa sensacionalista que lo supo aprovechar para mayor beneficio de sus ventas y desprestigio de “esas brujas y feas feministas que lógicamente no llegarán nunca a ningún sitio con todo lo que se pelean entre ellas”. Pero el comportamiento de la prensa ante F! merece un análisis aparte, e incluso he oído que ya alguien está haciendo una tesis doctoral sobre este caso.
Stina Sundberg es una de las viejas feministas que se quedaron. Ella ha sido la fundadora y directora de la escuela de feminismo para mujeres de Gotemburgo. Esta escuela pertenece a la red pública de universidades populares y su directora no puede declararse públicamente de ningún partido político, así que ha tenido que cambiar de trabajo a uno más anónimo. En F! ocupa la posición número 5 de la lista al Parlamento. Stina habla de los intentos anteriores de formar una candidatura, del fuerte movimiento de coordinación feminista que se organizó ante las elecciones de 1994. Les plantearon un órdago a los partidos establecidos: formarían una candidatura feminista si ellos seguían marginando a las mujeres en sus listas. ¡Y funcionó! Ahora casi todos los partidos intercalan mujeres y hombres por igual (listas cremallera), sin necesidad de haberlo puesto en ninguna ley (ya veis, este es otro país…). Por entonces estaban un poco enfadadas con Gudrun Schyman porque no parecía entender nada de feminismo… hasta que Gudrun fue cayendo en la cuenta. Y por fin llegó el momento en el que F! fue una fruta madura: consiguieron convencer a Gudrun de que diera el gran salto, comprendieron que F! tenía que formarse como un movimiento nuevo, un movimiento que las mujeres de a pie sin experiencia feminista pudieran identificar como suyo, comprendieron que para actuar en política hay que dejar atrás los fundamentalismos… Y sobre todo aprendieron que queda tanto que aprender, tanto por hacer!
Otra feminista de toda la vida es la periodista Kristina Hultman, que ocupa la posición número 8 en la lista al Parlamento. La hemos entrevistado y nos ha contado sus ideas sobre la igualdad en Suecia y en otros países, sobre lo difícil que es definirse de F! y a la vez quererse ganar la vida como profesional free lance, lo caro que se paga… pero este es también otro gran tema de esta campaña. Hoy estamos hablando de las que están pero no debemos olvidarnos de las que querrían estar, o incluso no se atreven a querer estar…
Están también mujeres que han saltado de otros partidos y de otras experiencias políticas. Y militantes de movimientos sociales con una gran experiencia de realidad y de vida. Una persona clave es Milka Saxlund, uruguaya asilada política en Suecia desde aquellos golpes de los años 70 en Latinoamérica. Milka, cabeza de lista al Ayuntamiento de Gotemburgo, aporta su conocimiento de la política local, su experiencia de inmigrante en una Suecia que sigue siendo racista a pesar de los esfuerzos, su lucha por sacar adelante a seis hijos/as (sí, sí, seis!) como madre sola. Para Milka hasta eso es posible, aunque creo que en España ni siquiera ella lo hubiera conseguido. Hay muchísimo que hablar de la inmensamente acogedora Milka, la incombustible Milka… otro día os sigo contando…
Y están los hombres de F!, todo un descubrimiento. Son feministas, de verdad, ya os contaré por qué lo digo y veréis que lo digo con conocimiento de causa.
Mucha gente en todo el mundo tiene los ojos puestos en la experiencia de F!. Los y las militantes de F! tienen puesta su vida. Pensando en todas/os ellos/as, deseo aún más que lleguen al 4% que necesitan para entrar en el Parlamento el 17 de Septiembre. Y pienso en el día después. Ese día en el que, sea cual sea el resultado, se abrirá una nueva fase tan interesante y delicada como la actual. ¡Pero ahora estamos concentradas en trabajar duro en la campaña y en preparar las botellas de champán!
María